Los estudios sobre América Latina en el Ateneo de Manila, Filipinas.

25 ABRIL, 2016 / SIN COMENTARIOS / 1342 VISTAS

(Última actualización: junio 2019)

Entrevista con Fernando Nakpil-Zialcita[1].

Institución: Ateneo de Manila Manila, Filipinas

Entrevistador: Juan José Ramírez Bonilla[2]

Abril de 2016


JJRB: Juan José Ramírez Bonilla

FZ: Fernando Nakpil-Zialcita


JJRB: ¿Cómo se ha conformado el área de estudios académicos sobre América Latina en  las Filipinas?

FZ: El panorama es bastante confuso y tanto los estudiantes como los especialistas están bastante dispersos por área disciplinaria y por institución

JJRB: Entonces, más precisamente, ¿en el Ateneo, cómo están organizados los estudios sobre América Latina?

FZ: Yo, antes, impartía un curso sobre América Latina pero, a consecuencia de un proceso de reorganización, ahora la institución da más bien un programa del tipo International Studies y, en ese marco, el Ateneo impulsa prioritariamente algo sobre Estudios de Asia. Sólo después, verá  si abre el programa a otras regiones, por ejemplo a América Latina. Otro profesor, no obstante, imparte un curso sobre historia latino-americana.   Yo había planeado dar un curso sobre la región para preparar a estudiantes en situación de movilidad  porque tenemos un convenio para el intercambio de estudiantes con la Universidad de la Paz, una institución jesuita ubicada en Costa Rica y les enviamos alumnos por uno o dos semestres. Es importante sensibilizarlos. Por su parte, en la escuela de Humanidades, algunos colegas  dan un curso y conferencias sobre literatura latino-americana. Sin embargo, el campo de los Hispanic Studies está más consolidado que el  de los Latin American Studies.

JJRB: ¿Podría hablarnos de ese intercambio con Costa Rica?

FZ: Ese programa involucra a aproximadamente 30 estudiantes procedentes de todo Asia. En la pasada promoción (2014), 5 de ellos eran filipinos. En Junio-julio, todos se reúnen en el Ateneo y después se van a un summer program. Después de concluirlo, viajan a Costa Rica a realizar sus estancias. Los participantes están cursando estudios de licenciatura y el financiamiento viene de los japoneses. El programa reúne a estudiantes que proceden de la India, Pakistán, Japón, China, Kirguistán entre otros países. Uno de los problemas que confrontamos es que esos estudiantes no tienen formación en América Latina y, a veces, sus capacidades de entender y expresarse en español son muy limitadas.  Y eso, que sus tesis tendrían que ser sobre la región.

Por otra parte, nosotros en el Ateneo, no recibimos a estudiantes de América Latina sino que nuestros estudiantes internacionales proceden esencialmente de Francia y de Alemania. México ofrece algunas becas a alumnos filipinos pero Filipinas no hace lo mismo para los estudiantes mexicanos, así que  la no reciprocidad es culpa nuestra.

Por otra parte,  tenemos que reconocer que nuestros estudiantes no manifiestan un interés fuerte en irse a  América Latina. Además, los dos países comparten una problemática de inseguridad, que desalienta la movilidad bilateral. Ambos tienen mala reputación al respecto.  Casi todos los alumnos interesados en hacer estancias afuera quieren irse a Europa, principalmente a España. Más allá de México, ¿cuál es el país que podría atraerlos en América Latina? Por lo pronto, creo que ninguno.

JJRB: Se necesitaría tener una estrategia más pertinente de información sobre las oportunidades ofrecidas por las universidades de América Latina.

FZ: Si, pero también hay circunstancias políticas. Entre los años 50 y 70, España estaba gobernada por el Gral. Franco y muchos países de América Latina, en contraste, aparecían como revolucionarios y sus experiencias llamaban la atención de los jóvenes. Pero ahora el interés se ha vuelto a desplazar hacia España, además de la relación histórica que nos vincula con ese país. Incluso, España ha abierto un Instituto Cervantes en Manila y ese es el principal medio para enseñar español.

JJRB: Cuando estuvieron Ud. y sus colegas en el congreso organizado en Guadalajara[3], México, en 2014, vinieron académicos filipinos adscritos a distintas instituciones. Cuando hablaba Ud. de dispersión, ¿a  eso se refería, al hecho de que hay un cierto número de especialistas pero en diferentes establecimientos?

FZ: Hay varias instituciones que promocionan estudios sobre América Latina. Como ejemplos, podría citarles la University of Asia and the Pacific que ofrece cursos sobre América Latina, la University of Philippines at Quezon  o la Universidad de Santo Tomas que también están presentes en el campo. También es necesario mencionar la existencia de una organización, el  Philippine Academic Consortium for Latin America Studies (PACLAS)[4], creado en 2002.  Es una iniciativa del gobierno filipino y es una respuesta de nuestro país a los  gobiernos de ambos lados de América Latina y Asia. Hemos participado a la organización de tres conferencias, en el Ateneo, junto con otras universidades filipinas, cada dos años (2008, 2010 y 2012), pero sugerí recientemente que tendríamos también que editar las Actas de esos eventos previos. Todo eso en el marco amplio de PACLAS.

Como proyectos, sometimos una propuesta a algunas ciudades portuarias de Brasil, Argentina y México para que  financien un programa de becas para filipinos que quieran ir a estudiar temas vinculados allí pero nos queda pendiente configurar otra propuesta para que latinoamericanas puedan venir aquí, a Filipinas, a hacer lo mismo. Vamos  apenas a  presentarla en el verano 2015, aunque estamos cocinándola desde 2012.

Quizás fue una fase pero, después de la Independencia y hasta los 50, nos dedicamos a nosotros mismos, a estudiarnos a nosotros mismos después de que otros nos estudiarán. Después, debido a los procesos de integración en Asia Pacifico, nos interesamos esencialmente a los otros países de nuestra región. América Latina es muy lejana y no disponemos todavía de una red extensa de especialistas aunque el Ministerio tenga una gran ilusión por constituirla.

JJRB: ¿Cuáles serían factores que motivarían Filipinas a desarrollar una mayor cooperación académica y científica con América Latina?

FZ: Yo siempre tuve la idea de que hay que poner en contacto Filipinas con otros países. Yo leí mucho a Vasconcelos y a Paz, sobre la cuestión del mestizaje. También me parece interesante contrastar con Latino-américa las definiciones de la identidad nacional. Pero ¿Cómo le hacemos para transmitir esas preocupaciones a los alumnos y a los colegas? Por casi 25 años, nos preocupamos, sobre todo en el Ateneo,  para dar becas y brindar conocimientos a los estudiantes sobre Vietnam, Indonesia y Tailandia. Estuve empujando en el Ateneo para que se impartan estudios de área sobre América Latina. Sin embargo, las redes que tenemos, por ejemplo, las tenemos esencialmente con la Universidad de Choulalonkorn, en Tailandia. Estoy organizando una red en México con la Universidad de San Luis Potosí, en torno  a la impartición de conferencias. La idea es que yo les dé una serie de  4 pero yo quisiera que el Ateneo correspondiera esa invitación y traiga a Manila a académicos de San Luis Potosí.  Igualmente, tenemos un convenio con la UV. Sin embargo, me preocupa no tener un sucesor que empuje esa relación a futuro. Los antropólogos en el Ateneo no conocen el español y tampoco suelen hacer estudios comparativos, Tengo esperanza de que un programa de becas ayude a resolver esa situación pero son sólo esperanzas.

JJRB: ¿Usted recurrió a las Embajadas de los países de América Latina para fortalecer vínculos?

FZ: A través de las Embajadas, hemos organizado conferencias, cine clubs y actividades culturales. Antes, la Embajada de Venezuela era muy activa en ese campo pero ya no lo es tanto. La de Brasil sigue proponiendo y respaldando actividades, algunas llamativas para los jóvenes (salsa, capoeira).

JJRB: Las universidades filipinas ¿publican sobre América Latina?

FZ: De vez en cuando pero realmente, las publicaciones son muy pocas. Algunos economistas por ejemplo se interesan en hacer comparaciones. Creo que Filipinas tendría mayor interés para América Latina si lográsemos desarrollar más nuestra economía pero, por lo pronto, tampoco tenemos intercambios comerciales significativos. Nos encontramos por ejemplo muy por debajo de Malasia que exporta mucho a América Latina y a México.

JJRB: En función de su especialización por área geográfica ¿cómo trabajan los especialistas de América Latina? ¿Conocen la lengua y la cultura o, como sus colegas especialistas de otras regiones, trabajan esencialmente con base en la literatura en inglés?

FZ: Hay que recordar que, después de la Segunda Guerra Mundial, tanto la hispanofobia como un odio anti-colonial en general se desarrollaron en Filipinas. Se perdió muy rápidamente el uso del español, como una lengua que marcaba la pertenencia a ciertos grupos en nuestra sociedad con una posición de elite intelectual en el país, como los ilustrados, y se expandió el aprendizaje del inglés. Incluso, ese quiebre generacional en el aprendizaje de una lengua extranjera se produjo en las familias más tradicionales de los ilustrados.  En nuestra universidad, en el Ateneo, el español es una materia optativa. Los   alumnos que la cursan no siempre alcanzan a hablar bien la lengua pero su elección denota simpatía. Sin embargo, ahora, se va a enseñar el español desde la secundaria y eso, a lo mejor, cambia la situación.

En suma, ahora, el contexto es mucho más favorable que hace 20 años pero todavía hay muchas trabas y ciertas incoherencias que sería necesario superar. Igualmente, hay oportunidades que habría que aprovechar: por ejemplo, la Universidad del Salvador, en Argentina, está diseñando un programa de estudios latinoamericanos y  está proponiendo hacer un convenio con el Ateneo. Tenemos asimismo algunos estudiantes que están interesándose por América Latina. Uno está terminando sus estudios sobre los tzotziles de Chiapas aunque, formalmente, está inscrito en su doctorado en Oxford. Estuvo indagando el rol de los jesuitas en la manera como los tzotziles interpreta el Evangelio. A mí, me gustaría estudiar en una perspectiva comparada las festividades de Semana Santa, que son también muy importantes en Filipinas.

JJRB: Muchas gracias, profesor Zialcita.


[1]  PHD en antropología por la Universidad de Hawái. Es profesor en el Ateneo de Manila, Filipinas http://www.dsa-ateneo.net/personnel/fernando-zialcita-phd

[2] Economista. Investigador de El Colegio de México/Centro de Estudios Asia-África. Coordinador del subprograma “Diplomacia científica y políticas de cooperación, movilidad y generación de  capacidades”de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas (RIMAC), proyecto n. 26 04 02 del programa de Redes Temáticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en México.

[3] Seminario internacional México-Filipinas,  organizado por Paulina Machuca y Thomas Calvo con el auspicio del Colegio de Michoacán y el apoyo de la Universidad de Guadalajara, El Colegio de San Luis y la Universidad Ibero-americana , 27-28 noviembre 2014.

[4] http://www.paclas.org.ph


Texto disponible en PDF: EntrevistaJJRamírezBonilla-FernandoSalita