Una mirada a la relación del Tec de Monterrey con la Universidad de Fudan, China.
31 MAYO, 2016 / SIN COMENTARIOS / 1399 VISTAS
(Última actualización: junio 2019)
Entrevistado: Daniel Lemus
Institución: Tecnológico de Monterrey y Escuela Nacional de Ciencias Sociales y Humanidades.
Entrevistador: Francisco Haro
Fecha: 12 de Febrero de 2016
Lugar: Instalaciones del ITESM en Guadalajara, Jalisco, México.
FH: Francisco Haro
DL: Daniel Lemus
FH: Muchísimas gracias por aceptar entrevistarte conmigo, primero me gustaría que me dijeras qué es lo que haces en el Tec.
DL: Básicamente mi labor fundamental ahora es la investigación, tengo que impartir dos clases al semestre con una carga de 6 horas a la semana; el resto del tiempo es hacer investigación en el área de ciencias sociales en lo que tiene que ver con política exterior.
FH: ¿Y tu relación con Asia cómo es?
DL: Mi relación inició con mis estudios de doctorado en la Universidad de Colima, tomando un estudio comparativo entre China y México y me incorporé en el centro Asia-pacifico de manera profesional hace tres años. La relación que llevo además de la información propiamente dicho, es hacer un punto de contacto entre profesores de la Universidad de Fudan (Shanghai) y el Tecnológico de Monterrey.
FH: Vamos a hablar respecto a Fudan, ¿tú has estado en Fudan?
DL: Sí
FH: ¿Cuántas veces o cuánto tiempo?
DL: Yo he estado en dos ocasiones en Fudan, la primera ocasión fue de treinta días, la segunda ocasión fueron 60 días lo que estuve ahí, de actividad básica es un verano de investigación
FH: ¿Qué investigación realizaste?
DL: En la primera ocasión estuve trabajando un artículo sobre poder blando en China y la inauguración de los eventos deportivos olímpicos en el caso de China. En el segundo he estado trabando respecto a la visión jerárquica de las relaciones internacionales, desde el punto de vista tradicional y su presencia ahora en la posible forma en que China ve el espacio geoestratégico.
FH: ¿Y en esas dos estancias te relacionaste con los profesores de Fudan?
DL: Sí, nosotros tenemos y fui nuestro par. Ese centro es un centro grande, se llama Instituto para el Desarrollo; nosotros somos un centro muy pequeño pero allá todos los profesores asociados al Instituto de Desarrollo son alrededor de 65 profesores en distintas cátedras de investigación, por ejemplo, hay un centro que tiene ver con los BRIC´s, entonces hay uno de finanzas, que yo realmente no colaboré con ellos; está uno que tiene que ver con estudios de Norteamérica y partir de ahí es como se dieron los contactos y las relaciones.
FH: Daniel, esas dos estancias en China, perdón, no me dijiste cuándo fueron ¿o sí?
DL: En verano del 2015 y verano del 2014.
FH: Gracias, ahora, esas estancias tuvieron algún impacto, por ejemplo, en tu manera de entender a China y por otra parte en tu manera de enseñar; vámonos a los contenidos de la enseñanza.
DL: En la primera parte sí definitivamente porque es muy diferente tener la posibilidad de estar inmerso en la cultura, tener la oportunidad de platicar con los colegas, de estar al pendiente de las noticias de China desde China y no desde afuera. En cuanto a la forma de enseñanza en realidad no porque en las dos ocasiones no he dado clases allá, no he estado con otro tipo de alumnos, y como son temas muy especializados y nosotros tenemos un currículum más general en el Tec, incluso estos dos temas de investigación no los he incorporado como temas de clase.
FH: Pero no solamente de esos temas, en general de otros temas, ¿lo que enseñabas antes de alguna manera lo enseñas diferente o no cambió nada?
DL: Tal vez lo que cambió son los contenidos en relación a lo que uno puede compartir más de la experiencia, y no solamente es la situación de la anécdota que uno puede contar. La imagen de la diapositiva, lo mismo que sirve para tener una visión más amplia respecto a la cultura en China, las relaciones sociales, pero lo que uno percibe de las estructuras políticas tal vez es lo que cambia al momento de dar mis clases con mayor sensibilidad y siendo más cuidadoso de lo que digo.
FH: Me podrías dar ejemplos de algo que decías o pensabas antes y ahora lo cambiaste.
DL: Sí, por ejemplo, sobre el Partido Comunista en China. Ya no lo observo sin tener la oportunidad de haber vivido una experiencia en ese país, dices “bueno el partido comunista está presente en distintos organismos más allá de las estructuras clásicas del poder” pero cuando uno está en la universidad, cuando se da cuenta cómo se refieren los profesores a algunos tópicos particulares o de la figura de Mao por ejemplo, algunos tópicos particulares sobre cómo ellos perciben el gobierno, cómo perciben la campaña anti corrupción que está llevando a cabo la nueva generación en China… son muy cuidadosos de expresar opiniones y algo que va más allá del simple protocolo. Así, desde el punto de vista de la cultura china, es como uno puede venir y compartir aquí a los alumnos esa idea de cómo de la presencia del gran hermano que probablemente no se está viendo, pero que todo el mundo sabe que de alguna manera lo que se comente, lo que se comparte puede ser escuchado; por ejemplo, algo que me impresionó bastante es que me contaron de viva voz, cómo los directores del departamento académico, los directores de cátedra, tienen que dar su pasaporte y lo tienen que conservar en alguna oficina vinculada al partido por los permisos y de alguna manera no pueden viajar como viajaban antes, a pesar de las invitaciones académicas, entonces por ejemplo, ahora, lo que son directores solamente pueden hacer un viaje internacional de diez días si son dos países y de 5 días máximos si es un solo país y el pasaporte es la manera en que garantizan de que no se van a ir por su cuenta aunque consiguieran los recursos.
FH: Y esa situación que tú viste en una universidad, ¿tú crees que se presenten en otros niveles de la sociedad esa rigidez, ese control?
DL: No lo sé, no tengo elementos para contestar porque pues en la universidad sí tuve la oportunidad de trabajar en mi oficina físicamente en el espacio, entonces tenía oportunidad de asistir regularmente, de estar una jornada de trabajo y de tener más allá de la posibilidad un poquito de la conversación a veces en el receso en la mañana, entonces no lo sé porque no tuve la posibilidad de estar inmerso totalmente. La última vez que fui paso algo bien curioso, me invitaron a…. ellos hacen un evento que se llama ”Shanghai Forum” e invitan alrededor de 15 profesores internacionales y 15 de China más los que ellos son; terminando el evento la directora hizo un convivio con su staff de alrededor de 12 personas y me invitó porque estaba en esa bola, y la manera en que lo disfrutaron fue irse a un campamento de gotcha, estar jugando unos con otros y uno puede percibir más cosas, entonces uno se relaciona distinto y puede empezar a preguntar más y no tuve esa oportunidad en otros contextos, entonces no sabría decir.
FH: Oye, y la relación que tanto a nivel personal tuviste y a nivel institucional, existe algún problema porque digamos, el Tec y Fudan son de diferente naturaleza, ¿hay problema?
DL: No hay problema pero sigue siendo muy jerárquica porque, por ejemplo, la directora realmente llevaba una muy buena relación con el director, con mi director que están en el mismo nivel jerárquico, conmigo me atiende bien, me recibe, me invita pero evidentemente no es el tipo de trato ni de doma, uno lo percibe y es parte de como ellos lo ven; en cambio, con los que tenían mi nivel, jerárquicamente hablando, pues sí la relación es más cordial y va más allá de temas institucionales y es un poco más de temas de dónde naciste, de la familia, cuánto tiempo tienes viviendo en Shanghai, hablas shanghainés o no lo hablas, situación mucho más en la cotidianidad. Sin embargo, con los que son asistentes también hay esa barrera entonces hay estudiantes o personas que egresaron de la maestría y están de asistentes allá, y el trato de ellos hacia mí era como de cierta barrera, muy cordial, muy amable, me ayudaban, me conseguían lo que necesitaba pero las diferencias se veían en los mismo correos, en cómo se escriben y todo. Así era como yo lo percibía.
FH: Y ese control que se ejerce sobre los profesores que tienen que entregar el pasaporte, ¿se refleja en su investigación?
DL: Pienso que definitivamente sí se refleja porque existen distintos mecanismos en que lo que se escribe, lo que se dice y lo que se comparte puede influir directamente en la promoción del profesor. Por ejemplo, nosotros tuvimos un evento hace algunos años precisamente con Fudan, invitamos a 10 profesores que buscamos en la lista de la página de internet, para esos 10 profesores había recursos y el Tec iba a pagarles todos sus viáticos; enviamos una la lista y luego respondieron: decían que había tres profesores que preferían que no fueran y sugerían en su lugar a otros tres. Probablemente tiene que ver con esto de las opiniones que hay, son muy cuidadosos y reservados al momento de hacer…
FH: Ahora, lo siguiente, a nivel institucional el Tecnológico de Monterrey, ¿cómo sería el nivel respecto a Fudan?
DL: A nivel institucional creo que les importamos por el número de alumnos que enviamos porque se ha construido un vínculo personal muy fuerte entre los directores, entonces es una relación de amistad basada en distintos favores durante una relación de más de 10 años pero no somos la primera prima que se quisiera presentar cuando conoces a alguien de la familia y quieres quedar bien. Por supuesto que para ellos luce mucho más tener estudiantes de universidades de Estados Unidos y de Europa aunque sean pocos, y les gusta más los convenios que han establecido en Europa y en San Diego particularmente para promover su internacionalización. Creo que de alguna manera también esto lo reflejamos todas las universidades, nosotros como Tec de Monterrey lo primero que queremos decir es que tenemos un convenio con el MIT, pero no es la primera idea si tenemos un convenio en Costa Rica, entonces en ese sentido pienso que hay ciertas atenciones pero no estamos en el top ten de sus socios favoritos.
FH: Más allá de este vínculo que se ha creado entre los directores, hablando pragmáticamente ¿Fudan en qué se beneficia del Tec de Monterrey?
DL: Fudan se empezó a beneficiar con la relación del Tec de Monterrey porque cuando la relación inició, el Tec le ayudó a Fudan a resolver su problema con el número de profesores que podían dar clases inglés. Con ellos, el numero era reducido en comparación con la demanda y la atractividad de Fudan para que alumnos extranjeros llegaran, entonces lo primero le proporcionó el Tec de entrada fueron alrededor de 12 cursos distintos a los que ellos tenían en inglés con un profesor contratado directamente por el Tec de Monterrey. Vimos que este apoyo impactó positivamente en la oferta, fue un buen inicio, y en la actualidad el nivel de inglés es mejor, o sea, ya no es lo que hace 10 años era. El segundo punto que no se ha consolidado es también tiene una carta de presentación de Fudan de decir “ya tenemos un centro en Latinoamérica”,, un poco por la idea de que Latinoamérica se estaba convirtiendo en una parte especial de China, incluso, creo que en este reporte ya aparece que por parte de ellos ya tienen un centro en América Latina.
FH: ¿Y habría otra cosa que se beneficie Fudan de ustedes?
DL: No creo porque realmente el número de alumnos que recibimos es muy poco.
FH: Y el Tec a su vez, ¿de qué se beneficia?
DL: La enorme ventaja es que tenemos un programa que difícilmente alguien más va a tener en el mercado; no creo que ahora las universidades chinas estén tan necesitadas de que lleguen alumnos extranjeros, o sea, ya también de 10 años para acá mucho el paradigma ha cambiado de ir a estudiar a China. Antes iban a estudiar a China los interesados en la cultura y el idioma, los que querían vivir la experiencia exótica de la comida y todo, pero alguien que quería estudiar negocios pues para nada, hoy ingeniería pues para nada quería pensar en China. Entonces logramos tener un convenio muy ventajoso: las clase en Fudan, con el registro del sistema de Fudan y el sistema de reporte son dadas por profesores del Tec de Monterrey, entonces yo creo que eso es como la oportunidad de poder ofrecer algo totalmente distinto a los otros programas que comentaron anteriormente de uno a uno, te envío un alumno, me envías otro; aquí es colocar profesores en la Universidad de Fudan.
FH: Ahora, sé que es difícil responder a esto, pero tú crees que en todos estos años que ha estado el proyecto de alguna manera, el Tecnológico de Monterrey con sus valores educativos, ¿crees que ha influido en algo en la universidad en Fudan o en los estudiantes?
DL: No, definitivamente no. La relación que se da es una relación muy pragmática, de hecho todavía el año pasado que fui en el verano, hay una política muy clara por parte de la universidad, en la cual se separan a los estudiantes en los dormitorios, dormitorios de extranjeros con extranjeros, dormitorios de chinos solamente con chinos y son muy pocos los alumnos que realmente van a las clases del Tec en parte pues porque quieren seguir teniendo un mayor control de lo que se dice. No ha habido nunca una censura directa ni se ha pedido a ningún profesor que se retire pero sí se tiene la impresión de que alguno de los alumnos chinos que asisten, van con la finalidad de poder compartir la escuela la visión de los profesores, ahora, no ha sido la problemática con nosotros también porque las materias que impartimos pues en realidad no son materia de ciencia política sino son materias de emprendimiento, materias de negocios y materias también del entorno del escenario regional, entonces no son temas que de origen sean conflictivos. Si un alumno del Tec va para allá no es el alumno crítico de ciencias políticas o de relaciones internacionales, incluso periodismo, sino es alguien que quiere hacer negocios, entonces pues ha sido una relación de conveniencia donde se benefician y las preguntas incómodas se dejan a un lado.
FH: ¿Y el Tec ha pensado en algún momento hacer algo en español allá? Ya sea enseñanza del idioma o cursos en español ¿o nunca les ha pasado por la cabeza eso?
DL: No sé si se ha intentado hacer, la verdad es que lo que ha ocurrido es que nosotros tenemos una oficina externa, es decir nuestros profesores van y dan clases en Fudan. Originalmente la oficina del Tec estaba en la Universidad de Fudan, adentro, después ya no nos la prestaron y se tuvo que rentar una afuera, a unas seis cuadras, y aquí en su momento se empezó a dar por ejemplo, clases de historia de México y clases de español y la última vez se dieron inglés porque el mercado definitivamente fue las esposas de todos los latinoamericanos expatriados, entonces es totalmente distinta a ir al punto de lo chino; pienso que también en parte es que está marcado institucionalmente por dónde tiene que llegar el profesor, o sea, a Fudan le interesa que el profesor de clases de negocios, no le interesa un profesor de español y no le interesa en parte porque ya están los canales institucionales desde los cuales se envían profesores de español y lo hacen a través de otros mecanismo, de otros tipos de relaciones…
FH: Y por qué… ¿qué argumentos les dieron para que sacaran la oficina?
DL: Muy sencillo, se iba a reestructurar el edificio, o sea, ese es el argumento oficial, pudo haber otra cosa, jamás la vamos a conocer.
FH: ¿El nivel de investigación del Tec frente a tus colegas de Fudan?
DL: Creo que es una oportunidad perdida porque está relación ha empezado a caminar muy lentamente; primero fue la movilidad de alumnos, después fue el intercambio de profesores que tiene apenas un año de firmado el convenio. De nuestra parte ha sido sucedido, yo fui, y de la parte de ellos acaba de venir una persona que estuvo tres semanas, él manejaba asuntos de macroeconomía, entonces empezó a tratar de hacer vínculos con un economista en campus Guadalajara, no sé concretizo por las fechas del semestre y no coincidían. Entonces en esa parte necesitamos crecer y la otra parte en donde necesitamos también crecer es dónde estamos publicando en el Tec: en el Tec estábamos publicando generalmente en revistas nacionales y me queda muy claro que en Fudan tienen la meta de revistas internacionales de prestigio; otra deficiencia era que la mayoría de nosotros publicamos, el 80% o 90% en español y yo creo que haya están ahorita en un 50 y 50 publicando en inglés y en chino y eso también no nos permite leernos, por lo tanto cuando nosotros escribimos no nos pueden leer, entonces creo que en comparación sí vamos atrasados en esas dos cosas: dónde estamos publicando y cuánto estamos publicando en inglés.
FH: Ahora, eso evidentemente es un gran problema, que si no nos leemos… ni siquiera podemos por la barrera del idioma, ¿pero cuál es tu apreciación respecto a la calidad?
DL: Mi apreciación es que ellos están publicando en revistas de mayor ranking internacional, donde existe mayor competencia para publicar y donde los dictámenes son muchos más duros que en revistas no tan bien rankeadas, entonces esa sería como la posibilidad de pensar que están publicando más y mejor que nosotros.
FH: Ahora, ¿qué les falta a ustedes para hacer eso?
DL: Primero nos falta tiempo de aprender, no tiempo de dedicar, creo que publicar en esos… por ejemplo los seniors en investigación ya son personas que están en los sesenta, son personas que tienen 20 años que sacaron sus doctorados, que están reforzando con los que tuvieron su doctorado en Estados Unidos y están regresando a China de manera muy atractiva por los incentivos que hay. Hay pocos investigadores en el Tec ahora que se ha abierto la venta de oportunidad de investigar, porque era una universidad de enseñanza y no de investigación, hemos llegado a tener el mismo problema del muchacho recién graduado que al año quiere tener un carro, un departamento en la playa, una casa de 4 recamaras y tener el sueldo de su vida… todo eso en un año trabajando honestamente, sino has heredado nada, no lo vas a lograr. Creo que también eso es lo mismo en investigación, a veces puede caerse en que ya tengo mi título de doctor, ya pasé mi examen entonces ya voy a empezar a decir algo inteligente y se necesita tiempo, no se nace con eso, creo que es una miopía muy grande pensar que dos o tres años de recién egresado uno va a estar publicando en los journals más prestigiosos; se necesita tiempo más una estructura, más las facilidades, más los coloquios, más asistir a congresos, más la voluntad, pero tiempo no abona, la plata no crece en un día.
FH: Y respecto a eso, en términos de infraestructura, en términos de incentivos y de posibilidades ¿cómo están frente a los investigadores de Fudan?
DL: Yo creo que ya estamos… para mí el incentivo más grande es el tiempo que puedes dedicar a la investigación en tu semana de trabajo y yo creo que ahorita ya estamos igual porque nosotros tenemos que dar, los que estamos dedicados a la investigación, tenemos que dar solamente 6 horas de clase, que es básicamente lo que ellos están manejando. La única diferencia es que ellos pueden juntar en ocasiones sus clases, comprimirlas en un semestre, y en el otro semestre dedicarse de pleno a la investigación, nosotros no hemos llegado todavía formalmente a ese punto pero yo creo que ese como principal recurso importante ya está; ya tenemos las condiciones para empezar.
Teníamos un programa muy bueno, pero ahora está con esto del cambio del dólar, está en veremos si se va a poder retomar… se nombró Líderes Académicos aquí y era un presupuesto alrededor de 7 mil dólares para invitar a un colega internacional para que viniera a dar una conferencia, dos o tres charlas a alumnos pero se podía mucho crecer en el sentido que se podía dictar un taller para profesores o podías intentar ver su obra y sacar algo de ahí… entonces era un incentivo muy bueno porque eso nos hacía traer profesores más avanzados en la ruta de la investigación, mucho más conocedores que nos podría indicar “no, espérate, ni siquiera has leído al clásico padre… no”, eso era muy bueno; no lo tenemos ahora este semestre, pero lo demás que es el tiempo ya está.
FH: Digamos de manera comprimida ¿tú crees que en Fudan tienen mejores condiciones para investigar que ustedes o no?
DL: Esa pregunta es muy tramposa, porque tiene que ver un poco con cuál es el incentivo del investigador o cuál es la motivación del investigador. Si uno dice “si el objetivo de la investigación es vivir bien, tener un sueldo digno, tener las posibilidades de aprender, tener las condiciones laborables muy dignas, tener un ambiente de trabajo muy bueno, creo que estamos bien aquí en México. Puedes decir lo que piensas o escribir lo que piensas”. Ahorita yo te puedo decir “no es que el Tec la está regando ahorita aporque no ha aprovechado el convenio”, pues no hay ninguna oreja que después me diga “sabes que Daniel te oí, entonces creo que ese congreso al que ibas a ir… creo que no se va a poder”, bueno, ni siquiera directamente me lo van a decir, sino simplemente va a ocurrir y tal vez esa partecita también es necesaria en nuestra área de ciencias sociales, tener una visión crítica como punto de partida. De todo lo demás puedo asegurar que los colegas chinos están en muy buenas condiciones en el contexto de ser profesor universitario en China pero no sé… hay algo poderosamente que me llama la atención, conozco dos profesores que estuvieron en San Diego por parte de Fudan en el centro, los dos son expertos en el tema de religión, son esposos y yo platiqué con ellos en dos ocasiones en… una aquí en México, otra ocasión en Tijuana precisamente, mucho más abiertos que cuando los vi en Shanghai. Lo que quiero decir con esto es que mi interpretación es que muy probablemente hasta tú mismo ya tienes ciertas barreras en el contexto que estás, esas mismas personas aquí en México y en Tijuana, se expresaban más abiertos, y en China mucho más políticamente correctos.
FH: Sí entiendo lo que me estás diciendo, pero pasa algo muy interesante, no sé si te ha pasado a ti, pero por ejemplo, eso que estás diciendo de los chinos me lo dijeron una vez unos colegas en Barcelona que me invitaron unos días allá y una colega mía me decía que ella creía que yo en México no hablaba igual de como hablé ahí y nos conocemos desde hace muchos años, ¿pero no te ha pasado a ti nunca eso, de que por ejemplo, en China cambies o en San Diego o en Tijuana?
DL: En el sentido de ser más cuidadoso en el caso de China, y no por la cuestión de la censura de decir “no, ya no me van a invitar, voy a romper una relación, no estoy a ese nivel”, sino más que nada porque me he propuesto de que también mi visión occidental y mis valores… o sea, no quiero ser soberbio cuando uno llega y hay muchas maneras de ser soberbio. Una manera es decir “sí, sí, por qué no votas por tu presidente o quién elige aquí al de la escuela”, tratar de buscar de hacer cosas que lo que yo considero deberían ser, por ejemplo, para incentivar la investigación, ser más crítico pero ahí pues no soy quien para decirlo ni quiero incomodar con ese tipo de comentarios.
FH: Ahora, y al revés no te ha pasado de que por ejemplo, esta anécdota mía, digo, obviamente no soy consciente y hasta creo que no es cierto, pero creo que así es la percepción; ¿pero que a ti te haya pasado que digas “no estoy en el Tec entonces me expreso diferente”?
DL: No, yo creo que tiene que ver con los círculos, o sea, en el Tec, dentro o fuera mucho tiene que ver el grado de confianza que tienes con las personas, entonces claro, si estás aquí en el Tec y son tus amigos de toda la vida hasta el uso del lenguaje cambia totalmente porque son los círculos de cercanía.
FH: ¿Más o menos como cuántos alumnos has tenido que hayan ido a China ya sea uno a uno o a Fudan?
DL: Yo tengo por semestre alrededor de 50 alumnos, de los que yo conozco que se van por semestre son uno o dos, pero es muy interesante en la carrera… Yo doy servicio a relaciones internacionales, la mayor parte de los alumno de relaciones internacionales tiene un apoyo económico en beca para poder estudiar, entonces de ellos solamente conozco el caso de uno que se fue a Fudan porque la colegiatura es completa; los demás se van a Beijing o a Hong Kong donde está el intercambio uno a uno y le respetan la beca de aquí. Tengo casos de alumnos que han querido ir a Fudan, se dan cuenta que el costo no es y terminan yendo a Hong Kong o a Beijing, pero sí, si son 30 yo diría que dos al semestre.
FH: ¿Y por qué crees que no son más?
DL: También porque me ha tocado el escenario de Asia, aquí lo doy, creo que en el imaginario colectivo, China sigue siendo un lugar para los muchachos que implica una enorme dificultad cultural que no quieren explorar; también ellos son muy cuidadosos como buenos internacionalistas y no dicen todo lo que les genera el fenómeno chino, pero tal vez todavía hay una buena dosis de prejuicio hacia lo chino de contexto a lo que ellos están.
FH: ¿Pero, cuáles serían prejuicios?
DL: Lo sucio, que son personas sucias, son personas que no viven la vida porque trabajan mucho todo el tiempo, no la sabe disfrutar, son ventajosos, no son sinceros en sus trato, pero también entiendo: el Tec muchos de los alumnos vienen de un grupo socioeconómico muy vinculado al empresario en esta país y mucha de la visión del grupo empresario de este país con respecto a China no es la más positiva. Eso permea, porque ahora que lo pienso, la mayoría de los alumnos que tengo memoria, que van para allá de relaciones internacionales, son hijos de profesores, de médicos; no es el perfil del alumno de relaciones internacionales que viene de una posición socioeconómica más elevada vinculada al origen de la familia.
FH: ¿Por qué crees que los alumnos de relaciones internacionales son personas de menores recursos económicos, que necesitan la beca?
DL: Me parece que la respuesta se encuentra que los papás no ven en la carrera de relaciones internacionales… o sea, los papás que pueden pagar la carrera completa, no ven en la carrera de relaciones internacionales un desarrollo profesional que les permita tener una retribución muy pronta y exitosa en términos económicos, entonces si alguien dice “es que me gusta mucho la cultura China o Japón o Europa”, estudian negocios; o sea, si voy pagar una colegiatura tan alta pues busco algo que lo retribuya, en cambio, los muchachos de relaciones internacionales a lo mejor si van a entrar al servicio exterior… Aquí, por ejemplo, no tenemos el alumno que se meta a relaciones internacionales para estar en el Servicio Exterior Mexicano, generalmente todos se van a la Ciudad de México por la misma dinámica, pero nadie ve con buenos ojos hacer una inversión tan grande en la carrera para que después no vaya a retribuir. Tal vez en el 30% tenemos un perfil de alumno en el que los papás lo pagan pero generalmente es a muchachas y bajo la idea de que la carrera les va a dar un panorama amplio, les va a dar cultura y les gusta pero, económicamente, lo consideran porque ellas tienen la vida resuelta, ya sea como hija o eventualmente con marido.
FH: De esos que tú conoces que se han ido a China, ¿has notado que cambien de alguna manera?
DL: Sí, claro. Un alumno regresó a hacer prácticas profesionales allá, otro alumno se fue a Shengdu a estudiar dos años una maestría en chino, en parte porque fue la beca que consiguió porque las becas de las universidades más atractivas pues no pudo conseguirlas; pero sí, definitivamente sí cambia. Cambia por el perfil de alumnos que son internacionalistas, se van con otra visión, con otra búsqueda de aprendizaje; el alumno que se va en el programa de negocios del Tec a Fudan, generalmente termina estando con su mismo grupo de amigos que están de turistas, un semestre y están haciendo el certificado pero no hay tanta voluntad de esa inmersión, lo que sí sucede con estos otros… porque van cara a cara con alumno que viene, porque van precisamente buscando el país, los otros que se van sus grupos de amigos son los extranjeros, muy raro que estén con los chinos, están con el italiano, con el alemán, con el sueco, con el australiano…
FH: Ustedes no titulan por tesis verdad, terminan sus materias y ya pero ¿sabes si a tus alumnos les interese seguir un posgrado en algún tema de Asia, China en particular?
DL: Sí, sí existen muy pocos, por ejemplo, Germán está aplicando a China para hacer sus estudios de Doctorado, él salió de la licenciatura, se fue al COLMEX y quiere hacer algo allá, en China.
FH: Además, la generación de Germán es muy interesante porque hay ya 3 en Asia, dos están en Hong Kong y uno en Taiwan. Bueno, a ver, ¿tú cómo ves el futuro de la relación del Tec con Fudan, hacia dónde va el programa?
DL: Yo pienso que el programa va a mantenerse prácticamente ya sin cambios, lo de la relación de intercambio de alumnos ya llegó al máximo que podría desde el punto de vista de conveniencia para las dos partes. Donde tiene que crecer los próximos 3 o 4 años realmente es en el intercambio de profesores de China que quieran venir a América Latina. Ahí es donde puede crecer y en la parte de investigación, porque nosotros, por ejemplo, les ofrecemos a los profesores el pago del departamento aunque no está en el convenio pero es como una manera de gratitud porque la verdad no recibimos muchos alumnos; recibimos muy pocos entonces como manera de agradecer les ofrecemos aquí la residencia y les ofrecemos un espacio para trabajar, le ofrecemos la comida, entonces poco a poco eso lo va a hacer atractivo. La universidad tiene que comprometerse a ya no simplemente pagar el boleto de avión, y yo creo que por ahí va a ir creciendo esa posibilidad de aquí a 4 años debemos tener productos en conjunto, por ejemplo, un libro que pudiéramos publicar entre ellos y nosotros, donde yo vea el espacio para seguir creciendo, lo demás ya está en su top.
FH: Y por el lado de la enseñanza, ¿no crees que haya posibilidad de hacer otra cosa?
DL: A Fudan ya no le interesa tener más alumnos.
FH: ¿Y en otra universidad de China?
DL: No porque el modelo con que surge la oficina en Shanghai era en un contexto distinto, o sea, cuando empezamos a llevar alumnos a allá hace diez años pues sí necesitábamos una guía permanente que nos estuviera auxiliando. Mantener el modelo es muy caro precisamente por el número de alumnos que estamos llevando, nos da para pagar el departamento y nos da para pagar al staff de allá de 5 personas y nos da para pagar al staff aquí en México, pero por un volumen de alumnos, si quisiéramos replicar esa oficina sería innecesario. Ya se ha perdido mucho ese miedo a China de hace 10 años, pienso que cada vez más, el alumno se va a querer ir por su propia cuenta sin tener un staff de apoyo. Me imagino que es como ahora en India, si quieres poner una oficina en India como papá dices “va a haber un staff”, aunque la ventaja es el inglés que no había en China y que cada vez hay más ahora pero no, no creo que se vaya a replicar el modelo.
FH: Este modelo, la experiencia del Tec, ¿qué le podría enseñar a otras universidades de México, públicas o privadas?
DL: Primero que hay que tener un socio estratégico porque el Tec tocó varias puertas, de hecho el programa arrancó en Hangzhou como 2 años y no cuajó bien, entonces primero, antes que nada, tener un socio estratégico. Hay que tener varios más para hacerlo más atractivo, pero realmente tienes que escoger a un socio estratégico. Segundo, tienes que apostar por una visión de mediano y largo plazo; no puedes pensar que con un año o dos años de firmar el convenio ya va a ser todo maravilla, tienes que tener una actitud ampliamente flexible para resolver todas las piedras en el camino, estar dispuesto a ceder y saber que a lo mejor tendrás que hacer favores en lo que a veces tu institución pondrá mala cara pero que los recuperara, tal vez, en dos o tres semestres más.
Pero tienes que tener esa disposición; sobre todo estar muy consciente de que las reglas escritas son muy bonitas pero nunca pegarte al convenio al pie de la letra, hará que éste funcione. Hay que apostar mucho a las relaciones personales como clave del éxito. Mi director fue construyendo esa dirección personal en cinco años por lo menos y funciona.
FH: Pues ya me diste un curso de negociación… es muy interesante lo que me dices, a ver, cuéntame ¿por qué no funcionó en Hanzhou?
DL: Porque la persona que estuvo originalmente allá era un chino, no era un mexicano, entonces en la primera oportunidad que tuvo para brincar, brincó y dejó todo el proyecto, entonces sí necesita haber un mexicano que esté interesado en el proyecto.
FH: ¿Y cómo llegaron a Fudan?
DL: Esa historia no la conozco en realidad, no sé cuál fue la coyuntura que hizo que Fudan nos volteara a ver, se llegó a Fudan y se tocó las puertas como en otras universidades, pero hubo un momento donde ellos estuvieron interesados en mandar alumnos y a partir de ahí regresaron maravillas. Ahora es otra cosa, pienso mucho en el contexto: cuando viene Fudan por primera vez a México los recibimos como “vamos por tequila, ahora te llevas esto, te llevo al mariachi”, y ellos contrastaron con las impresiones que les generó haber ido a Estados Unidos a tocar puertas. En Estados Unidos como parte de la cultura, pero también como parte de lo que representaba China en ese entonces, la dinámica fue más “yo tengo una entrevista más de trabajo” y “te recibo porque es parte de mi trabajo”. Creo que lo nuestro funcionó, que ellos vinieran funcionó con Fudan… a mí me tocó personalmente ir con el rector a la Ciudad de México cuando se firmó el convenio para establecer el Tec Fudan; llegó el rector de Fudan y me tocó acompañarlo a Teotihuacán porque quería, pero antes lo llevamos a una de esas tienditas de pulque donde quien te está habla un inglés muy mexicano, no sabe quiénes son. Frente a que allá todos son súper jerárquicos, le ponen el zarape, el sombrero, la broma, el chiste, entonces todo mundo se quería tomar foto con su rector porque nunca lo habían visto tan feliz y porque se rompió culturalmente ese espacio, entonces yo creo que parte del éxito que Fudan nos volteó a ver dijo “necesito enviar algo a México”, y ya habíamos tocado la puerta, cuando ellos vienen pues se van convencidos de que el trato es distinto al de Estados Unidos.
FH: Y entonces hubo click…
DL: Hubo click en el primer acercamiento, medio enamoramiento y ya fueron conquistando la relación con pequeños detalles.
FH: ¿Y que ya quedó a cargo de los directores?
DL: Quedó a cargo del Centro Asia-Pacífico.
FH: Dime poco más de… me hablaba en términos de los investigadores de sacar un libro… ¿Cómo verías el futuro de la relación?
DL: Bueno, mi sueño sería que este centro sea una plataforma. Tenemos que aprender que la investigación es colaboración interinstitucional y más cuando se piensa en algo tan grande como China, nadie puede tener el pastel para si sólo, entonces lo que a mí me encantaría es que esta fuera una plataforma donde pudiéramos difundir proyectos colaborativos con Fudan, que Fudan viera en el Tec. Ahí tengo yo una ventana para que distintos profesores de Latinoamérica realmente puedan participar en proyectos concretos, entonces nuestro socio es un instituto de desarrollo y como instituto de desarrollo pues tiene distintas cátedras de investigación… la idea sería motivar a alguien de allá que quiera escribir sobre desarrollo, América Latina, economía, macroeconomía, cultura y negocios o incluso relaciones internacionales, el de cooperación internacional para el desarrollo, y piense que aquí va a encontrar una ventana que le ayude a encontrar su socio ideal.
Así, si yo soy un profesor chino y tengo expertise en cooperación internacional para el desarrollo yo quisiera tener en el centro alguien que me dijera “estos son los tipos que están haciendo desarrollo y cooperación en México, en América Latina, somos el contacto, nos ponemos de acuerdo, tú ya trabajas con él, etc.”, pero que tuviéramos esa posibilidad de recomendar personas serias, eso implica mucho trabajo y mucho tiempo porque hay que estar en redes; pero bueno, ese es el futuro que yo veo, no lo veo como un centro de 20 investigadores sino como una plataforma, un punto de encuentro.
FH: Saliéndonos de los muros del Tecnológico, ¿ustedes influyen o sugieren a empresarios o a instituciones de gobierno o ni siquiera se lo proponen?
DL: Eso fue como una parte de la vida del Centro Asia-Pacífico, arrancó primero con alumnos y yo creo que hubo una época muy floreciente de vínculos con empresarios jaliscienses y ese vínculo se expresó de dos maneras: 1) a través de diplomados especializados en negocios y 2) a través de misiones comerciales. Se hicieron misiones comerciales por parte de la cámara joyera, con agendas específicas, también fueron unos tequileros, pero ese contexto ya cambió porque era esa idea de que China se conoce muy poco, había muchos mitos de China, “voy a llegar y me van a dar mi primer contenedor de tequila, me voy a hacer sumamente rico”, y no, ya en el empresariado hay muchas experiencias, buenas malas… ya no se necesita eso y creo que ese vínculo ya se perdió, no creo que se vaya a retomar porque ya pasó el momento, entonces ahorita estamos más enfocados a la investigación. Por ejemplo, hace año y medio se nos acercó el Gobierno del Estado de Jalisco para ver si promovíamos un diplomado especial con tequileros y ya la verdad tampoco nos interesa porque es la misma historia. Haber llevado a los tequileros dos o tres veces, darles una visión comercial… ido experiencia al Tec, pero en las condiciones actuales la idea no es llegar a China con tu tequila y ver que te están esperando, la cadena de distribución, los espacios para exhibir, la inversión tan grande que tienes que hacer para asociar una imagen; los tequileros solos aquí en pedacitos no lo van a hacer. Para qué llevamos otra vez el mismo cuento cuando ya sabemos la respuesta.
FH: Pero entonces ahí qué habría que hacer, por ejemplo, el tequila, ¿crees que no vale la pena que se exporte a China o cómo?
DL: Pues lo que sucedería, el consejo regulador de tequila debería de generar condiciones para que fueran en bloques los tequileros y de lo poquito que conocemos es que eso no está dado. El empresario de Jalisco es sumamente familiar todavía, sumamente celoso y es sumamente terco para hacer las cosas; son pocas las empresas que las ves que brincaron a lo corporativo, entonces si es el tequilero ¿qué tendría que hacer? Ir como consorcio, como consorcio es llevar cuotas de producción y de calidad de tequila y es compartir y no lo van a hacer.
FH: ¿Y habría una rama que sí o algún producto?
DL: Lo que pasa es que pienso que en esas ramas y esos productos ya las dinámicas están generadas para que lo hagan sin necesidad de la universidad.
FH: O sea, ya es muy fácil hacerlo.
DL: Es muy fácil hacerlo o por ejemplo, lo que hace aquí la industria electrónica; mucha gente que está trabajando en importación de productos a través de las mismas compañías, por ejemplo, hay una ortopedia que se llama Ortiz y distribuye equipos de silla de ruedas y demás; las hacen con sus propios recursos, sus propios vínculos, sus propios contactos.
FH: Entonces ellos han levantado su propia relación…
DL: Entonces no es necesario ese acompañamiento de decir “voy a China, ¿cómo me voy?, ¿cómo saco la visa?”, ese tiempo ya pasó, ese tiempo del desconocimiento total ya pasó.
FH: Y entonces ustedes, ¿cuál sería el fin de la investigación o no tiene que haber un fin?
DL: Institucionalmente en este momento para el Tec, nos están pidiendo 1) Elevar la reputación de la universidad a través de tener artículos publicados que sean citados internacionalmente; artículos que puedan nacer la alianza con Fudan y si Fudan publica en este tipo de revistas y son citados, eventualmente podemos subir en parte de ese tren que ellos ya traen o ir generando nuestros propios vagones. 2) En la medida de lo posible, conseguir recursos para la misma investigación; entonces esos recursos para la investigación pues tenemos que empezar a aprender y a competir por los recursos públicos para el tipo de investigaciones que hacemos.
FH: Mira, la idea de la entrevista es que no sea demasiada larga para que no te agobies y salga natural la respuesta, yo estoy más que satisfecho, no sé si te gustaría decir algo que creas importante que no te pregunté.
DL: No creo.
FH: Bueno, pues Daniel muchísimas gracias.
DL: No, al contrario.
Texto disponible en PDF: Entrevista-FHaro-DanielLemus