DESAFÍOS PARA LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN AMÉRICA LATINA

 

6 MAYO, 2015 / SIN COMENTARIOS / 1744 VISTAS

(última actualización: junio 2019)

Entrevistado: Dr. Claudio Rama, Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, Universidad de la Empresa, Montevideo, Uruguay y ex Director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) de la UNESCO[1].

Entrevistadora: Lic. María Cecilia Oviedo Mendiola, DIE-CINVESTAV, México[2].
Lugar: Bogotá, Colombia.

Transcripción: Carlos Mario Dimas Arredondo, ayudante de investigación por el Sistema Nacional de Investigadores, DIE-CINVESTAV, México.
Fecha de publicación: 6 de mayo del 2015


CO: Cecilia Oviedo

C.R. Claudio RAMA


C.O.: ¿Cuáles son hoy los principales desafíos para la internacionalización de la educación superior en América Latina?

C.R.: Estamos en un proceso en general de diferenciación de la internacionalización. En  primera instancia, hace varios años, se verificaba sólo la cooperación universitaria internacional relativa a  estudiantes y docentes; después hemos incorporado otros tópicos y preocupaciones. Con la lectura de las repercusiones de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), se consolidaron los enfoques sobre movilidad institucional y educación trasfronteriza. Actualmente, se han agregado nuevos componentes que permiten sostener lo que defino como “la diferenciación de la internacionalización”. Las dimensiones de esta internacionalización abarcan, por ejemplo, la internacionalización de las industrias culturales. En los 80, ingresaron a ellas capitales extranjeros que prácticamente han monopolizado las áreas de producción editorial, bajo grandes sellos empresariales y en procesos de concentración global. Justo estos días, se produjeron más compras de Penguin Random House en España[3]. Igualmente, constatamos avances en las áreas de internacionalización en relación a los recursos de aprendizaje (con Pearson y McGraw Hill), los cuales va conformando un área muy significativa de recursos de aprendizaje para la educación universitaria que se está internacionalizando y que cada vez es más relevante en los procesos de internacionalización, al portar insumos fundamentales al aprendizaje.

Esta dinámica, la definí como parte de una quinta internacionalización de la educación superior. Esta comprende componentes de apoyo. Se refiere a recursos de aprendizaje e incluye software de gestión de los procesos de las instituciones, aplicaciones específicas para el aprendizaje de las asignaturas y se diferencia de la oferta de proveedores transfronterizos. Esta quinta dimensión también abarca la internacionalización de los sistemas de aseguramiento de la calidad, donde la internacionalización de las agencias de acreditación y de los procesos de licenciamiento de programas y de profesionales muestra una expansión significativa. Hoy, organismos especializados como el Accreditation Boardfor Engineering and Technology (ABET), la acreditadora estadounidense de ingeniería, o algunas agencias de acreditaciones mexicanas (Consejo de Acreditación en la Enseñanza de la Contaduría y Administración, A.C. -CACECA) y  otras muestran un enorme nivel de presencia de esta dimensión.

En este proceso de diferenciación de la internacionalización, se visualizan los nuevos espacios interregionales o transregionales de intercambio educativo. La porosa frontera mexicano-americana no es meramente un ámbito donde se produce un flujo de drogas, armas, paísanos y comercio, sino que, también, es una frontera que está desarticulando los sistemas educativos y, de alguna forma, permite estudiar en un país, trabajar en otro, aprovechando las diferencias de costos y de calidad. Este mismo escenario se repite en otras fronteras, como las de Brasil y Paraguay, Brasil y Bolivia, Ecuador y Colombia, Chile y Argentina, etc. en cuyos espacios instituciones educativas de uno de los países se colocan en la frontera para ofertar servicios al otro, dada la fluidez de los sistemas de educación superior. La presencia de estudiantes extranjeros en Argentina, en el contexto de la gratuidad, está vinculada por ejemplo con el desplazamiento de estudiantes chilenos en un contexto de estructuras diferenciales de costos de estudio; la movilización estudiantil chilena ha seguido la propia evolución de los costos que tiene la educación y ha afectado por ende a Argentina. Tenemos un escenario de procesos de internacionalización transregional que inclusive se han expresado en el funcionamiento y perfil de algunas organizaciones gremiales universitarias bi o multiregionales como CRISCOS que integra universidades transfronterizas en el sector andino; también es preciso mencionar en esa esfera la ya más tradicional Red de Universidades Regionales Latinoamericanas (UREL) que, de alguna forma, alude a universidades regionales. En este sentido, tenemos una diversificación y una diferenciación de la internacionalización de la educación superior la cual, por lo tanto, va adquiriendo  una complejidad mayor.

Entre las tendencias más significativas de la educación superior, destaca la internacionalización y su dinámica  va haciéndose a la par más compleja. También, en cierta medida, las IES van complejizándose porque su misión misma se internacionaliza. La visión tradicional que teníamos de la universidad como un ámbito exclusivo de formación, de extensión y de investigación ya no corresponde a una nueva realidad más compleja. En consecuencia, la internacionalización no es  una cuestión secundaria, privativa de algunas instituciones de élite sino que se transforma en una política e implica  criterios obligatorios de gestión para todas las instituciones. En otros términos,  no es posible hoy para una universidad abstenerse de participar en los procesos de internacionalización y no articularse a algunas dinámicas del sistema global de educación superior en rápida construcción.

En ese sentido, los aseguramientos de la calidad se tornan globales como parte de la construcción de un sistema educativo mundial. Son indisociables de una fase transicional entre sistemas nacionales y sistemas globales, donde los patrones, parámetros y criterios del aseguramiento de la calidad pasan a incluir componentes e indicadores globales. Por ejemplo, no hay revistas científicas que no estén indexadas internacionalmente o no tengan pares internacionales, ni hay bibliografías o currículos que no sean parcialmente internacionales. El aseguramiento de calidad en las instituciones de educación superior deja de basarse en parámetros o criterios locales para incorporarse al ámbito internacional. No es sólo negocio para algunos o un filtro para el acceso a una limitada oferta local para otros. Por el contrario, en la constitución misma de los sistemas, el aseguramiento de la calidad, que supuestamente era local, hoy ha asumido un carácter crecientemente internacional.

La internacionalización se constituye como uno de los grandes componentes obligatorios de la gestión y de la política de las instituciones de educación superior. Ella se expresa en movilidad institucional, estudiantil o académica, pero, es una dinámica que va más allá y se coloca en la constitución filosófica misma de las universidades. Los currícula comparados, los programas articulados, las dobles titulaciones, etc., conforman un sistema de estructuración que se asocia a  un sistema de educación mundial en construcción. Estamos en una compleja dinámica de trasformación de los sistemas de educación superior como un servicio público nacional, como un derecho de primera y de segunda generación, respecto de los derechos humanos, a una oferta educativa de tercer nivel,  que a la vez es resultado de constituirse como un derecho de tercera generación. Es decir, como un derecho internacional donde no se puede realizar el derecho fundamental a la educación, que es un derecho de primera generación, si no se tiene acceso a la educación internacional. Si no se tiene la libertad de acceder a la información global, así como los recursos, no se puede realizar el derecho fundamental a la educación. Así, el derecho humano a la educación se constituye como un derecho de tercera generación, un derecho internacional.

C.O.: En un sistema tan desigual ¿qué significan esta diversificación y complejización de la internacionalización?

C.R.: La internacionalización es, a la vez, una forma de construcción de nuevas desigualdades y de igualación de las desigualdades educativas y sociales existentes previamente. En sistemas cada vez más competitivos con creciente sobre oferta profesional, la gente tiende a estudiar posgrados y estudios internacionales, dentro o fuera de los países. De hecho, la masificación de la educación superior genera demandas, requerimientos y búsquedas de elitización y uno de esos mecanismos de elitización está vinculado con la internacionalización. Una certificación internacional vale más que una certificación nacional porque agrega más valor al título. Entonces, efectivamente, se produce un proceso en el cual lo internacional elitiza los sistemas, en el sentido que aquellos estudiantes que van al extranjero o que acceden a una formación o a parámetros o a estándares internacionales, mejoran su nivel de calidad; y  si, a la par, el resto del sistema no lo hace, obviamente se acrecienta la diferencia.

Así, la internacionalización esté vinculada con una fuga o re-circulación de los sectores sociales de altos ingresos para mejorar su capital humano. Cuando se masifica el título universitario, los que tienen recursos económicos buscan una formación superior que es siempre internacional. Lo vemos mucho en México con la alta formación de las élites gobernantes con estudios en Harvard. En la  medida en la que se democratizan los sistemas, las personas y la sociedad generan mecanismos de reconstrucción de las desigualdades. Es una lucha  fundamentada en las estrategias de sobrevivencia de los hogares que buscan alcanzar mejores condiciones a través de la inversión en capital humano. La internacionalización, en ese sentido, puede ser vista como un eje de la reconstrucción de las desigualdades, pero es parte de un proceso global que, paradójicamente y al mismo tiempo, también construye igualdades, al reducir las diferencias de niveles de calidad entre las naciones. En suma, la internacionalización es  un tema complejo, con tendencias contradictorias, con niveles complejos de interacciones que hacen que se conforme como un dispositivo importante para la comprensión de la educación superior.

C.O.: Dr. Rama, muchas gracias por la entrevista.


[1]Entrevista realizada en el marco del 2° Congreso Universidad y Cooperación y 6a Reunión de Redes y Consejos de Rectores de América Latina y el Caribe, UNESCO-IESALC/Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia, 15 al 17 de octubre de 2014.

[2]Con apoyo del Programa de Apoyo al Desarrollo de la Educación Superior (PADES) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Proyecto No. 2014-01-09-006-176.

[3] Se refiere a la venta de los sellos de Santillana Ediciones Generales (Alfaguara, Taurus, Suma de Letras, Aguilar, Altea, Fontanar y Punto de Lectura) por parte del Grupo Prisa a la multinacional PenguinRandomHouse, anunciada en julio de 2014. Información disponible en: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/07/01/actualidad/1404231400_894449.html

 Enlace al PDF: Desafíos para la internacionalización de la educación superior en América Latina.pdf