Alcántara Santuario, Armando. (2006) “Tendencias mundiales en la educación superior: el papel de los organismos multilaterales” en InterAção, Vol. 31 No. 1, pp 11-33. Disponible en: http://www.revistas.ufg.br/index.php/interacao/article/view/1490/1474

 

Ficha elaborada por: Dira Plancarte Flores. DIE-Cinvestav, Septiembre de 2015. Correo       electrónico: diplanflo@gmail.com

 

Tendencias mundiales en la Educación Superior: el papel de los organismos multilaterales.

 

 

Las tendencias actuales de la Educación Superior en el mundo y sus implicaciones para México se inspiran en los análisis y recomendaciones que en multitud de documentos hacen los organismos multilaterales como la UNESCO, la OCDE o el BID entre otros. El objetivo del texto es, a partir de un análisis global de varios de estos documentos, responder a la siguiente pregunta: la transformación de la universidad mexicana ¿es un proceso distinto al mundial u obedece a la tendencia integral asociada a los procesos de mundialización?

           

 

La repercusión de los actuales procesos de globalización de la economía, la disminución del Estado benefactor y la mercantilización de la cultura en las Instituciones de Educación Superior están reflejados en los nuevos discursos y prácticas que hacen hincapié en el valor comercial de la Universidad. Gran parte de esta idea es una expresión de la influencia del mercado y el Estado en los asuntos universitarios y el acercamiento de la universidad a sus demandas.

De acuerdo con Alcántara, asistimos a una reestructuración de los Sistemas de Educación Superior que han sido influenciados en gran medida por las recomendaciones emitidas por las fundaciones internacionales y las instituciones financieras que comienzan a ejercer un papel hegemónico en la política educativa. Su poder no sólo se despliega en el condicionamiento del acceso al crédito que los organismos multilaterales otorgan sino también en el establecimiento de agendas y medidas de reestructuración obligatorias.

Para dar cuenta del papel de los organismos multilaterales, el autor examina los análisis y recomendaciones que instancias como la UNESCO, el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), elaboran en torno a la Educación Superior en México y el mundo.

De manera general, expone que existen coincidencias entre muchas de las recomendaciones que tales organismos plantean para reestructurar la Educación Superior en una dirección que parece estar a tono con las crecientes necesidades del mercado, en la medida en que replantean el papel de la Universidad dentro de las sociedades, para asegurar la pertinencia, calidad y acceso y regular el gobierno y financiamiento de ésta.

Así, concluye, los procesos de transformación de la universidad mexicana no parecen constituir procesos distintos ni independientes de las transformaciones de las universidades en curso en el resto de los países, en la medida en que éstos obedecen a una tendencia integral asociada a los procesos de mundialización que se sintetizan en la llamada sociedad del conocimiento.

Sin embargo, Alcántara recalca que las características de cada formación nacional, en su propia historia, conflictos y tradiciones, hacen que dichas medidas se negocien o se resistan constantemente; en el caso particular de México, las instituciones universitarias y grupos de la sociedad civil exigen a las autoridades gubernamentales prestar menor atención a las demandas y recomendaciones de las agencias internacionales y mayor importancia a las de sus propios ciudadanos.