Flora Botton y la configuración del CEAA contemporáneo

7 marzo, 2016 / Sin Comentarios / 1503 vistas

(Última actualización agosto de 2019)


En este texto el Dr. Ramírez Bonilla reconoce el papel de Flora Botton como promotora de los estudios de Asia y África, en México y América Latina; y plantea que como directora del CEAA, durante los períodos 1991-1994 y 1994-1997, Flora Botton supo enfrentar a los retos planteados por un contexto internacional cambiante, reorganizando el CEAA para darle la configuración institucional y humana que mantiene hasta ahora. Juan José Ramírez Bonilla [1] Centro de Estudios de Asia y África El Colegio de México

El leit motiv del XV Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África, Identidad, pertinencia e impacto de los estudios de Asia y África en América Latina, es una excelente oportunidad para reflexionar sobre las aportaciones del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Esta vez, no obstante, considero necesario ir más allá de la referencia a la institución, para poner de realce el papel de los actores de carne y hueso, en general, y el de Flora Botton, en particular.

En efecto, la historia del CEAA puede permanecer en el marco del formalismo institucional, si dejamos de lado cualquiera de los tres aspectos esenciales siguientes: 1. La labor desempeñada por sus directores sucesivos: Graciela de la Lama, Omar Martínez Legorreta, Manuel Ruiz, Jorge Silva Castillo y Flora Botton; 2. El respaldo a ellos otorgado por los presidentes de El Colegio de México: Silvio Zavala, Víctor L. Urquídi, Mario Ojeda Gómez y Andrés Lira. 3. El contexto prevaleciente en cada momento decisivo de la historia del CEAA.

En esta ocasión, mediante la organización de este panel, hemos decidido reconocer el papel de Flora Botton como promotora de los estudios de Asia y África, en México y América Latina; como directora del CEAA, durante los períodos 1991-1994 y 1994-1997, Flora Botton supo enfrentar a los retos planteados por un contexto internacional cambiante, reorganizando el CEAA para darle la configuración institucional y humana que mantiene hasta ahora.

1. El contexto regional del Pacífico en los 90s Hoy, la referencia al siglo XXI como “el siglo del Pacífico” es un lugar común; en los 90s, la entonces hegemonía incontestada de Estados Unidos permitía a los analistas matizar esa referencia, precisando que el epicentro de la economía mundial se había desplazado del Atlántico (Europa y Estados Unidos) al Pacífico (Estados Unidos y Asia del Pacífico). La reindustrialización de Japón había servido de ejemplo y de motor para la industrialización, primero, de Corea, Taiwán y Singapur; posteriormente, de Malasia, Tailandia, Indonesia y Filipinas; finalmente, de Vietnam y… China.

Por otra parte, durante la última década del siglo XX, la economía global experimentó un cambio cualitativo progresivo: dejó de funcionar sobre la base de componentes nacionales, pasando a ser dominada por segmentos regionales determinados por los acuerdos comerciales intergubernamentales. El Área de Libre Comercio de América del Norte y la Unión Europea perdían progresivamente las ventajas económicas que mantenían sobre un Asia del Pacífico todavía indecisa para sumarse a la nueva tendencia global.

El ascenso económico de China y su reinserción en los sistemas regional y global obligaron a los gobiernos de los países del Pacífico asiático a seguir la estrategia estadounidense basada en la “contención” de China, es decir, en la inclusión del gigante asiático en mecanismos bi y multilaterales que permitiesen garantizar una “co-evolución” pacífica. Así, en 1992, por iniciativa del gobierno singapurense, la contraparte China fue invitada a participar en el foro Asia Pacífic Economic Cooperation (APEC) y, a partir de 1993, se convirtió (junto con Hong Kong y Taiwán) en miembro de pleno derecho de ese mecanismo de cooperación. La consecuencia necesaria fue la “normalización” de las relaciones bilaterales de China con sus contrapartes del este y del sureste asiático. Esa normalización allanó el camino para que el gobierno chino participara en el proyecto ambicioso del ASEAN Regional Forum (ARF), orientado hacia temas de seguridad regional y hacia la discusión de mecanismos de diplomacia preventiva. El gobierno chino se ganó rápidamente la confianza política de sus contrapartes y pudo consolidarse como un actor regional confiable cuando, en 1997, decidió no devaluar el yuan y ayudar incondicionalmente a los gobiernos más afectados por la crisis asiática.

Con el advenimiento del siglo XXI, el tándem ASEAN-China habría de convertirse en el dinamo político y económico de la integración del Pacífico asiático. Hoy, la región del Pacífico se encuentra en el umbral de una nueva fase de desarrollo marcada por la competencia tous azimuts entre dos grandes proyectos de integración económica: el Trans Pacific Partnership Agreement (TPP, organizado en torno a Estados Unidos) y el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP, promovido por el tándem ASEAN-China). A la luz de estos nuevos acontecimientos, podríamos decir que el siglo XXI se desarrolla no como el siglo del Pacífico, sino como el de Asia del Pacífico. Esto, no obstante, es otra historia que no sabríamos entender sin comprender cabalmente las tendencias instauradas durante los 90s del siglo XX.

2. La configuración institucional del CEAA contemporáneo En 1964, con la creación de la Sección de Estudios Orientales (SEO), en el Centro de Estudios Internacionales, fue institucionalizado el primer posgrado en estudios asiáticos del mundo iberoamericano; la Maestría en Estudios Orientales contemplaba cuatro áreas de especialización: China, India, Japón y Medio Oriente. En 1968, la SEO devino el Centro de Estudios Orientales, bajo la dirección de Graciela de la Lama. En 1974, siendo director Omar Martínez Legorreta, la influencia de Edward B. Said y la inclusión de los estudios sobre el Magreb en la agenda de investigación orillaron a cambiar la denominación por la del Centro de Estudios de Asia y África del Norte (CEAAN). Finalmente, en 1980, bajo la dirección de Manuel Ruiz, la extensión de la agenda de investigación al África Subsahariana llevó a un segundo cambio en la denominación: el CEAAN devino el Centro de Estudios de Asia y África, con las siguientes áreas de estudio: China, India, Japón, Medio Oriente y África.

Durante el resto los 80s, se gestaron los cambios mencionados en la primera sección de nuestro estudio y el CEAA mantuvo su configuración institucional. Desde su llegada a la dirección del Centro, Flora Botton tuvo el respaldo de Víctor L. Urquídi para actualizar el CEAA y adaptarlo al contexto fluido de los 90s. Las siguientes iniciativas de la Prof. Botton determinaron la configuración actual del Centro:

• La creación de las áreas de estudio sobre el sureste de Asia y de Corea Durante 1992, la conjunción de voluntades individuales permitió a Flora Botton obtener un fondo de la Ford Foundation para promover los estudios sobre el sureste de Asia en México y América Latina. Dicho fondo quedó bajo la administración del Institute of Southeast Asian Studies (ISEAS), basado en Singapur, y permitió financiar las estancias de mexicanos en Singapur y los países del sureste asiático así como las de académicos de Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur en El Colegio de México. A partir de 1993, Juan José Ramírez Bonilla, Daniel Toledo Beltrán, Romer Cornejo Bustamante, Marisela Connelly, Omar Martínez Legorreta y la misma Flora Botton realizaron estancias de investigación y de sensibilización en el ISEAS.

A partir de 1994, los esfuerzos de Flora Botton cristalizaron en la apertura de la especialidad en estudios sobre Asia Pacífico, en el marco de la Maestría en Estudios de Asia y África. Esta área de especialización tenía la peculiaridad de incluir los estudios tanto sobre el sureste de Asia como sobre Corea; las preferencias de los estudiantes de la primera promoción hacia los estudios sobre Corea pesó de manera importante para que, en 1997, la nueva área cediera el lugar a dos áreas de estudio independientes sobre el sureste de Asia y sobre Corea.

El programa de estudios sobre el sureste de Asia es, hasta ahora, el único de su naturaleza en el mundo iberoamericano. Con la autonomía del área de Corea, el CEAA recibió el apoyo de la Korea Foundation para sostener un profesor de coreano y garantizar la afluencia de profesores visitantes que permitieran consolidar el programa. Desafortunadamente, el proceso de consolidación no cristalizó y, en 2014, la administración de El Colegio de México decidió suspender el programa de estudios sobre Corea.

• La extensión de los estudios sobre la India al sur de Asia Con la invitación de Saraub Dubeh, antropólogo especializado en los estudios post-coloniales, para trabajar en el CEAA, Flora Botton creó las condiciones para transitar de los estudios centrados en la India a los estudios sobre la región del sur de Asia. Este tránsito fue reforzado con la invitación dirigida por Flora Botton a Ishita Banerjee para incorporarse a la planta académica del Centro. Estas iniciativas fueron el complemento de la apertura de los estudios sobre Asia Pacífico y, con ellas, Flora Botton respondió a las nuevas tendencias internacionales marcadas por la reorganización del sistema internacional sobre la base de procesos y estructuras institucionales regionales.

• La creación del primer Centro de Estudios APEC de América Latina En 1993, Flora Botton respaldó el proyecto de Romer Cornejo Bustamente para crear una publicación periódica especializada en el estudio de los procesos económicos, políticos y sociales en curso en la región del Pacífico Asiático. El anuario Asia Pacífico fue publicado de manera ininterrumpida hasta 2007 y se convirtió en una obra de referencia en las instituciones de educación superior así como en las oficinas de los sectores público y privado. El anuario permitió consolidar un grupo de especialistas en temas del Pacífico, constituido por investigadores pertenecientes a diferentes instituciones de educación superior nacionales e internacionales, por estudiantes destacados de los posgrados del CEAA y por funcionarios con responsabilidades en la gestión de las relaciones con los países del Pacífico asiático.

En 1994, el gobierno mexicano fue aceptado como miembro de APEC; ese año, durante la primera reunión de los lideres económicos del foro, fue adoptada la “Iniciativa sobre educación”, mediante la cual los gobiernos de APEC decidieron crear centros de académicos abocados al estudio de los temas de la agenda del foro. En ese contexto y ya en las postrimerías de la administración de Flora Botton, una consecuencia directa de la publicación del anuario Asia Pacífico fue la invitación de la Secretaría de Relaciones Exteriores al CEAA para organizar un Centro de Estudios APEC; debido a la estructura organizativa de El Colegio de México, el centro fue instituido como Programa de Estudios APEC (PE-APEC) y fue el primero de México y de América Latina. El momento climático del PE-APEC fue alcanzado en 2002, cuando tuvimos la responsabilidad de organizar la Reunión del Consorcio Internacional de Centros de Estudios APEC, en Mérida. Posteriormente, las Universidades de Colima, de Guadalajara y de Baja California recibirían una suerte de certificación por parte del PE-APEC del CEAA, para ser considerados por la Secretaría de Economía y por el Secretariado de APEC como Centros de Estudios APEC. Hoy otras instituciones también han sido reconocidas como sedes de CE-APEC y conforman el Consorcio Mexicano de Centros de Estudios APEC.

Decisiones desafortunadas de la administración de El Colegio de México cancelaron la publicación del anuario Asia Pacífico y suprimieron el Programa de Estudios APEC. Pese a ello, la influencia de la administración de Flora Botton sigue vigente en el CEAA y en las instituciones mexicanas que se han sumado a los estudios sobre el Pacífico.

3. La configuración humana del CEAA La influencia personal de Flora Botton, en todo caso, es notable a través de la miembros de la planta académica del CEAA invitados por ella para trabar en el Centro. En la actualidad, la planta académica del CEAA está constituida por 29 profesores-investigadores de tiempo completo, distribuidos en seis áreas de estudios, como mostramos en el cuadro 1.

Si consideramos a Flora Botton aparte, podemos notar que de los 28 profesores-investigadores restantes, los 12 (42.86% del total) cuyos nombres aparecen en negritas fueron invitados por ella para trabajar en el CEAA, antes, durante o después de su gestión como directora del Centro.

La influencia personal de Flora Botton es notable, sobre todo, en las áreas creadas o reestructuradas durante su administración: 75.00% en el área de estudios sobre el sureste de Asia; 66.66% en el área de estudios sobre China; 50.00% en el área de estudios sobre el sur de Asia.

En las tres áreas restantes su influencia ha sido menor: 33.33%, en el área de estudios sobre África; 20.00% en el área de estudios sobre Japón; 0.00% en el área de estudios sobre Medio Oriente. Esta última área, cabe señalar, ha sido prácticamente renovada en su totalidad, como consecuencia de la puesta en práctica del sistema de retiro de El Colegio de México, desde hace diez años.

La influencia personal de Flora Botton en la configuración humana del CEAA es todavía más profunda, pues su autoridad moral ha pesado en las decisiones institucionales que garantizan la permanencia de más de uno de los colegas cuyos nombres no aparecen en negritas.

 

4. Reflexiones finales Los 90 del siglo pasado fueron una década de transición a un nuevo orden regional y Flora Botton tuvo la capacidad para adaptar el CEAA a ese contexto fluido. Ahora, transcurrido tres lustros del siglo XXI, el panorama académico latinoamericano es completamente diferente: el CEAA ha dejado de ser el único programa de estudios sobre Asia y África y otras instituciones latinoamericanas o iberoamericanas, para ser más precisos, también han puesto en práctica iniciativas de estudios sobre Asia o sobre la región del Pacífico. En muchas de esas nuevas iniciativas han participado egresados del CEAA o colegas que han trabajado en estrecha colaboración con el Centro. A través de esa participación también podemos constatar la influencia académica de Flora Botton allende las fronteras de México.

4Por esa razón y por los lazos de colaboración y, sobre todo, de amistad que nos unen a Flora Botton es que nos propusimos realizar este modesto reconocimiento a su labor como promotora de los estudios de Asia y África, a través de sus funciones académicas y administrativas en el CEAA de El Colegio de México.

A 20 años de distancia del fin de su gestión administrativa, el CEAA se encuentra ante un nuevo reto: renovarse para ser la institución prima entre las instituciones pares abocadas a los estudios de Asia y África y regionales del Pacífico. Hacemos votos para que le experiencia de Flora Botton sirva de ejemplo a la nueva generación de colegas en cuyas manos se encuentra ahora el Centro.

[1] Ponencia realizada en el marco de la Red Internacional sobre Movilidades Académicas y Científicas (RIMAC) y con el apoyo del Proyecto CONACYT de Redes Temáticas.


Texto disponible en PDF: Opinion-RamirezBonilla-RIMAC